When I was a kid in the 80’s in our Catholic Grammar School we learned a very simple but very apt song to about recycling: re-re-re-re-re-recycle, re-re-re-re-re-reuse it.

The prefix “re” means “again”. ... “Again, again, again, the cycle” ... “again, again, again use it”

The readings—just like my childhood introduction to ecological justice—hit us over the head with the prefix “re” ... return, renew, relent, reconcile, recompense ... We are instructed to “turn again”, “to again make new”, “to again become flexible”, “to again bring together”, and “again bring into balance”. What a complex and curious invitation... Amid the texts’ trumpet- blast summonsing into Lent, there is also very practical guidance.

The Gospel explicitly names our next steps—prayer, fasting, and acts of charity (or as Jesus says “righteous deeds”). These are the three pillars of a Lenten practice, each individually important and beautiful in concert. Let’s spend a moment with each of these:

Prayer: We are summonsed to re-establish or re-invigorate our connection with God. Spend some time thinking about your prayer-life and set a concrete, attainable plan for Lent, such as 5 minutes of silence each day or revisiting a favorite devotion.

Fasting: We, as humans, are not just heads wheeled around town by a rickety television stand we call a body. Our bodies are creations of the Divine working for the Divine. What habits do we need to break and what habits should we re-introduce? How do we reset or reinvigorate our bodies? Again, find one, concrete, attainable practice for the next month and 1/2.

Regarding Almsgiving or “acts of charity” or “righteous deeds”: How will we become more and better connected to others? Where are we called to give more or give differently to others? Again, find one, concrete, attainable practice.

I considered sharing with you my Lenten practices but then you would know too much about me ... and—quite seriously—I trust you will be correctly directed back onto your right track.

I will share, however, that I look to our Muslim brothers and sisters as a model and inspiration during Lent. During Ramadan, the difficult act of fasting during the day is accompanied by abstention from falsehood in speech or action and from arguing and fighting. I am moved by both the

Jesus speaks to us in today’s Gospel about integrity as we fast, pray, and perform righteous deeds. “Take care not to perform righteous deeds in order that people may see them.” “When you pray, go to your inner room and close the door.” “When you fast, do not look gloomy ... wash your face so that you may not appear not be fasting.” In other words: When you pass on the Margarita at happy hour, whisper to your colleague that you are on anti-biotics. When you send a check, tell the recipients not to send you a thank you note or tax-deductible letter. Better yet, don’t give them your name. Our first reading from the book of Joel says it so well: “Rend your hearts, not your garments.” Break open your hearts, don’t put on a show. We are called to deep, interior work—not to simulate or pretend that we are devout.

After my little lecture about the three pillars of a Lenten practice, I want to return to ... well... to the word “return” and the many “re’s” in our texts. I invite you to think of Lent as the annual tune up on the ol liturgical calendar. Fasting, prayer and good works are the processes by which we change the air filters and test the emission systems. They are the seemingly invasive or disruptive processes that renew us, restore us, make the clicking noise relent.

An even better example of the Lent’s processes can be found in nature. The word Lent is derived from the word Lencten (lengthening of days), meaning Springtime. In the harsh Winter months, wind, ice and snow shake loose dead branches and remove diseased tissue. And we have adopted the practice pruning to improve or maintain the health, yield and quality of fruits and flowers. In other words, cutting back can bring a return, a renewal of life in its fullest.

And this is the point: Lent is our annual tune-up, our pruning practicing that, if done with care and integrity, can renew our life. Again and again.

Lent is about our belief in the big “Re” – Resurrection. To rise again.

No one tunes or prunes with the belief it is all in vain. Prayer, fasting and righteous deeds are done by people who believe in Resurrection.

My dear friends, fellow believers in new life and that there can be new life again, again, again and again, blessings on your Lenten journey.

Oh to be there with you all at Easter to see you resurrected and returned to your best self!

Cuando yo ear una nina en la decada de los 80 en nuestro colegio católico elemental teníamos una cancioncita acerca del reciclaje: re-re-re-re-reciclar, re-re-re-re-reusar!

El prefijo “re” significa “de nuevo”, y por lo tanto esa cancioncita decía: “De nuevo - de nuevo - de nuevo – de nuevo este ciclo” … De nuevo - de nuevo - de nuevo – de nuevo úsalo”

Las lecturas – al igual la introducción a la justicia ecológica de mi niñez – nos chocan con el uso del prefijo “re” “revolver, renovar, reconciliar, recompensar.  Se nos dice que debemos “virar de nuevo”, “hacer nuevo”, “de nuevo ser flexibles”, “de nuevo juntar”, y “de nuevo equilibrar”. Que invitación compleja y curiosa. Dentro de los textos convocando la cuaresma también se nos dan instrucciones prácticas.

El evangelio nos da dirección directamente – rezar, ayunar, y hacer actos de caridad (o como le dice Jesús “justicia”. Estos son los pilares de la práctica de cuaresma, cada una individualmente importante y hermosa. Veamos - 

Rezar: Se nos convoca que re-establezcamos o re-vigoricemos nuestra conexión con Dios. Dedica un poco de tiempo a considerar tu vida de oración e identifica un plan concrete y alcanzable, algo como 5 minutos de silencio cada día o reconsiderar una devoción favorita.

Ayunas: Como seres humanos no somos simplemente cabezas encima de un estante raquítico al cual llamamos cuerpo. Nuestros cuerpos son creaciones del Divino para hacer trabajo para el Divino. ¿Qué hábitos tenemos que cambiar y que hábitos debíamos re-introducir para re-vigorizar a nuestros cuerpos? De nuevo – identifique una cosa concreta y alcanzable para los próximos 40 días.

Con respecto a las Limosnas o “actos de caridad”: Como nos convertiremos en personas mejor conectadas con otros? ¿Donde se nos pide que demos más, o que demos más diferentemente? De nuevo – identifique una cosa concreta y alcanzable.

Pensé en compartir con ustedes mi practica de Cuaresma, pero entonces sabrían demasiado acerca de mi. Pero si compartiré con ustedes el hecho de que yo veo a nuestros hermanos y hermanas musulmanes como inspiración en esta temporada de cuaresma.

Durante Ramadas la difícil practica de ayunar el día completo es acompañada por con la abstención de falsedades en la palabra hablada y acciones, las discusiones y peleas. La integridad y devoción de nuestros hermanos musulmanes me emociona.

Jesús nos habla en el evangelio de hoy acerca de la integridad cuando estamos en ayunas, rezamos, y completamos actos de justicia. “Cuidado de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos” “Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres” “Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan” En otras palabras cuando rehúses el trago con los colegas diles que sencillamente no puedes beber puesto estas tomando anti-bióticos. Cuando mandes un cheque dile a los recipientes que no se preocupen de mandar una carta de agradecimiento o nota para las deducciones de los impuestos. ¡Mejor todavía, haz lo todo anónimamente!

La primera lectura del libro de Joel lo dice mejor – “Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos,” Abre tu corazón, no hagas un espectáculo. Se no llama a hacer profundo trabajo interiorizado – no a simular ser devotos.

Después de mi charla acerca de los tres pilares quiero volver a la palabra revolver y los muchos “re” en estos textos. Le invito a considerar a la cuaresmo como el tiempo del año cuando le hacemos un ‘tune-up’ al calendario litúrgico. Ayunando, rezando, y haciendo actos de caridad escomo le cambiamos los filtros y probamos los sistemas de emisiones. Son procesos que nos renuevan, nos restauran, pero que parecen ser invasivos y disruptivos.

En la naturaleza encontramos aun mejores ejemplos de los procesos de Cuaresma. En el invierno el frio, el hielo, y la nieve desalojan ramas muertas o secas. Nosotros hemos adoptado esta práctica de podar nuestras plantas para mejorar le salud y la calidad de frutas y flores. En otras palabras, podando puede crear un retorno, un renovar a una vida mas llena.

Y este es el punto: la cuaresma es nuestro ‘tune-up’ que si lo completamos con cuidado puede renovarnos las vida una y otra vez.

La cuaresma se trata de nuestra creencia en el gran “Re” – Resurrección.

Nadie va a podar creyendo que no va a ceder mejor frutas o flores. Rezar, ayunar, y actos de caridad son hechos por gente que cree en la resurrección.

Mis queridos amigos, creyentes en la nueva vida, y que puede haber nueva vida una y otra y una y otra vez. ¡Que Dios bendiga su temporada de Cuaresma!

Qué alegría estar presente el día de pascua cuando te levantes de nuevo, resucitada, y vuelvas a ser tu más perfecto TU!